¿Te preocupas por cosas sobre las que, según tu reconoces,
la mayoría de las personas no se preocupan? ¿te resulta muy complicado dejar de
preocuparte y consecuentemente, no poder relajarte? ¿Raramente tus preocupaciones
alcanzan una posible solución a un determinado problema? ¿Crees que si no te
preocupas sucederá algo terrible? ¿Te preocupa el no preocuparte o hacerlo porque
las cosas van bien?
Probablemente, si eres una persona que tiende a preocuparse
de una manera bastante continuada, te sientas identificada con estás preguntas.
Preocuparse, presenta una función
bastante adaptativa en la medida en la que nos ayuda a prepararnos para determinadas
situaciones. No obstante, respuestas afirmativas a estas preguntas podrían estar
indicando que tus preocupaciones, lejos de ser un comportamiento adaptativo,
puedan estar generando preocupaciones de carácter desadaptativo conocido como
ansiedad generalizada.
EL PROBLEMA DE LA ANSIEDAD GENERALIZADA ¿QUÉ ES?
La preocupación se define como una serie de imágenes y
pensamientos cargadas de afectividad negativa, que en cierta manera no puede
controlarse y que se orienta a un futuro peligro que se percibe como
incontrolable. Estos pensamientos son continuos y se experimentan de manera
aversiva.
La característica fundamental de la ansiedad generalizada es
presentar una preocupación y ansiedad excesiva (aprensión ansiosa),
persistentes (a lo largo del día y de los meses) y con cierta dificultad para
su control. Esta cualidad de “excesiva”
significa que tanto la intensidad, como la duración y la frecuencia de la misma, son
desproporcionadas en relación a la probabilidad o el impacto real de la
situación o el hecho que se teme.
LAS PREOCUPACIONES
Las preocupaciones en la ansiedad generalizada pueden ir
desde cuestiones nimias relacionadas con las labores del hogar o llegar tarde a un
sitio a otras muy frecuentes y comunes como las circunstancias diarias relacionadas con la familia,
los amigos, el trabajo, los estudios, el dinero o la salud.
Parece ser que la mayoría de las personas con ansiedad generalizada
afirman haber sido nerviosas o ansiosas durante toda su vida. Es viable, que
las preocupaciones excesivas, hayan empezado a aparecer en la infancia o adolescencia,
pero que no lleguen a conformar un trastorno hasta el comienzo de la vida
adulta coincidiendo con determinados acontecimientos vitales como la acumulación
de responsabilidades, los hijos, la tareas laborales o problemas relacionados
con la salud.
CURSO Y COMORBILIDAD
El curso de este trastorno es crónico aunque con
fluctuaciones y en comparación con otros trastornos de ansiedad, es frecuente
que estas personas no busquen tratamiento ya que tienden a aceptarlo como parte
de su forma de ser o probablemente, hayan sido tratadas por parte del médico con
la posible prescripción de ansiolíticos.
Este trastorno de ansiedad generalizada presenta,
además, otros problemas asociados tales como trastornos depresivos, trastornos
de pánico, fobias específicas o aquellos relacionados con el estrés (colon
irritable, dolores de cabeza…).
¿CUÁNDO LAS PREOCUPACIONES SON LAS PROTAGONISTAS DE TÚ DÍA A DÍA?

Si te has sentido muy identificado/a con lo que se describe
a lo largo de este texto y, sobre todo, con las preguntas del inicio y el
fragmento del final, tal vez es hora de poner en marcha un plan de acción y ponerte
en manos de un profesional. Tus preocupaciones no te definen y no son
inherentes a ti.