“Tienes que hacer todo lo que te asuste,JR. Todo. No digo que pongas en peligro tu vida, pero todo lo demás si. Piensa en el miedo, decide ahora mismo cómo vas a enfrentarte al miedo, porque el miedo va a ser la gran cuestión de tu vida, eso te lo aseguro. El miedo será el combustible de todos tus éxitos y la raíz de todos tus fracasos, y el dilema subyacente de todas las historias que te cuentes a ti mismo sobre ti mismo ¿y cuál es la única posibilidad que tienes de vencer el miedo? Ir con él. Pilotar a su lado. No pienses en el miedo como en el malo de la película. Piensa en el miedo como en tu guía, en tu explorador de caminos.."
El Bar de las Grandes Esperanzas.
miércoles, 30 de marzo de 2016
jueves, 25 de febrero de 2016
¿Y QUÉ SI NO LO CONSIGO?
¡Que si!¡Que nos han vendido la moto!
Que es mentira. Que no todo esfuerzo tiene su recompensa. Que no todo llega como lo queremos. ¡Y no! Tampoco vas a conseguir todo lo que te propongas. Aunque el mundo se empeñe en decirte lo contrario.
La vida avanza inexorablemente. Ni nos espera, ni desespera. Rápida, decidida, fugaz. Y nosotros, esclavos del tiempo, la apuramos con la vista puesta en aquello que a diario perseguimos. Tal vez por demostrar. Por demostrarnos. Para ser alguien. Porque eso es lo que realmente te asusta. Fracasar. !Y claro! Entonces pasa que nos olvidamos del presente obcecados en el futuro. Nos olvidamos de saborear los momentos, de descubir nuevos caminos, de disfrutar cualquier breve instante del dia. Y es que a menudo, nos olvidamos de vivir.
Autobombardeo: objetivos, retos, metas y sueños. Y así toda tu vida. Porque si, porque te asusta fracasar y tildarte de fracasado. Porque el fantasma del miedo a perder, acecha en cada paso que damos. Pero ¿y qué si no lo consigo?
La vida es eso. Vivir. Cambiar objetivos. Modificar retos. Replantearte metas. Soñar nuevos sueños. Es parar en seco, improvisar y de repente, verte recorriendo un nuevo camino. Saltar al vacío, arriesgarse, caer y levantarse. Porque no siempre todo lo podremos.
Y es que fracasar, aunque suene a tópico, es realmente no haberlo intentado. Por mucho que te digan lo contrario. Fracasar es tirar la toalla sin haberla sudado, renunciar en el primer asalto, enturbiar tu destino con excusas. Eso si es fracasar.
Y no te asustes si no sabes lo que quieres. Ni siquiera, si no sabes hacia dónde quieres ir. Porque importante, es también saber lo que no queremos, lo que parecía que podíamos pero que al final no, lo que no nos gusta, lo que no nos llena. Lo que no se disfruta o para lo que no estamos dispuesto a perseguir.
Y es que, realmente, para saber lo que queremos antes hay que saber lo que no. Y para saber lo que no, hay que probar, intentarlo y fracasar. Eso también.
Que es mentira. Que no todo esfuerzo tiene su recompensa. Que no todo llega como lo queremos. ¡Y no! Tampoco vas a conseguir todo lo que te propongas. Aunque el mundo se empeñe en decirte lo contrario.

Autobombardeo: objetivos, retos, metas y sueños. Y así toda tu vida. Porque si, porque te asusta fracasar y tildarte de fracasado. Porque el fantasma del miedo a perder, acecha en cada paso que damos. Pero ¿y qué si no lo consigo?
La vida es eso. Vivir. Cambiar objetivos. Modificar retos. Replantearte metas. Soñar nuevos sueños. Es parar en seco, improvisar y de repente, verte recorriendo un nuevo camino. Saltar al vacío, arriesgarse, caer y levantarse. Porque no siempre todo lo podremos.
Y es que fracasar, aunque suene a tópico, es realmente no haberlo intentado. Por mucho que te digan lo contrario. Fracasar es tirar la toalla sin haberla sudado, renunciar en el primer asalto, enturbiar tu destino con excusas. Eso si es fracasar.
Y no te asustes si no sabes lo que quieres. Ni siquiera, si no sabes hacia dónde quieres ir. Porque importante, es también saber lo que no queremos, lo que parecía que podíamos pero que al final no, lo que no nos gusta, lo que no nos llena. Lo que no se disfruta o para lo que no estamos dispuesto a perseguir.
Y es que, realmente, para saber lo que queremos antes hay que saber lo que no. Y para saber lo que no, hay que probar, intentarlo y fracasar. Eso también.
martes, 23 de febrero de 2016
¿POR QUÉ SER POSITIVO/A PUEDE AYUDARTE A SALIR DE UNA LESIÓN?

EL INICIO DE LA PSICOLOGÍA POSITIVA
Fue en 1998 coincidiendo con el discurso de
posesión de la presidencia a la APA cuando Martin Seligman denominó Psicología
Positiva a un movimiento de la Psicología que se centra en el estudio de las
cualidades positivas del ser humano, en concreto en tres factores: las
experiencias positivas, las fortalezas psicológicos, las organizaciones
positivas como la familia o el colegio. Se sabe que una actitud positiva y confiada ante determinados retos, por ejemplo un examen o competición, ayuda a mantener la atención a enfocarla (concentración) en lo que realmente es relevante para la situación y además nos ayuda a estar motivados y a movilizar nuestra energia hacia aquello que queremos lograr. Pero ¿Cómo puede revertir en nuestra
salud el ser positivos? ¿Cómo afecta esta actitud a una lesión? ¿Qué nos ocurre a nivel fisiológico?

EL PROCESO DE RESPUESTA AL ESTRÉS
Un alto porcentaje de lesiones, están
comúnmente relacionadas con exceso de estrés por parte del deportista que las
sufre. Esto no es una afirmación en vano, sino que se encuentra avalada por numerosos
estudios. (Podéis leer algunas en los siguientes enlaces: (http://ddd.uab.cat/record/63067/; http://ddd.uab.cat/record/62951/; https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3302291 )
El proceso de respuesta al estrés fue
bautizado por Seyle como Síndrome
General de Adaptación. El SGA consta de tres etapas principales: reacción de
alarma, fase de resistencia y etapa de agotamiento. A lo largo de estas tres
etapas, y en diferentes momentos del proceso, se activan tres ejes
fisiológicos: el neural, el neuroendocrino y el endocrino. No obstante, aquí
solo hablaremos de este último.
CONSECUENCIAS DE LA ACTIVACIÓN DE LOS EJES FISIOLÓGICOS
Una lesión es sin duda, una situación
estresante al igual que una situación estresante prolongada en el tiempo, es un
factor predisponente al padecimiento de alguna lesión. En ambos casos, no es el
ser positivos en sí, lo que nos ayuda a mejorar la situación. Lo que realmente
ayuda, es intentar tomar el control de la situación empleando para ello el
desarrollo y aprendizaje de estrategias de afrontamiento (búsqueda de
actividades alternativas, técnicas de relajación, control emocional…) que nos
ayudarán a disminuir los niveles de estrés y con ello, la presencia de
Glucocorticoides en nuestro organismo por lo que nuestra lesión podría mejorar
considerablemente o al menos, conseguirá reducir el tiempo de recuperación.
martes, 2 de febrero de 2016
El arte de la visualización en el deporte. Una técnica a la orden del día.
"Aún recuerdo cuando, en los momentos previos a salir al tapiz en una competición, nuestra entrenadora nos colocaba de cara a la pared con los ojos cerrados. Nos exigía máxima concentranción y que recreáramos durante varios minutos una y otra vez nuestro ejercicio y que nos imaginásemos que salía a la mil maravillas y las consecuencias positivas que ello conellvaría. Por aquel entonces, no entendía muy bien el porqué de aquel ritual. Ahora, soy consciente de la importancia que tenía su realización.
En primer lugar nos ayudaba a estar preparadas y a desconectar de nuestro alrededor. Olvidar las gradas, el resto de equipos y cualquier estímulo que fuera irrelevante para nuestra posterior ejecución. En segundo lugar, nuestro cerebro tenía bien almacenados los pasos del ejercicio fruto de la repetición y además con una elevada accesibilidad para evitar quedarnos en blanco. Y además, nos otorgaba una dosis extra de motivación antes de salir tras haber imaginado nuestro éxito. Sin lugar a dudas, ahora se que mi entrenadora nos había "entrenado", valga la redundancia, en el arte de visualizar."
La
técnica de la visualización es sin duda, una de las más utilizadas en el ámbito
deportivo y una de las mejor documentadas. Son numerosos los deportistas que
han admitido que, antes de enfrentarse a un entrenamiento o competición, han
empleado la técnica con la idea de “vivir” la situación antes de realizarla y
garantizar así, el éxito de la ejecución.
"El Método V", Víctor Valdés |
- La imagen es una experiencia multisensorial: la definición implica que el deportista utilice la mayoría de los sentidos. Los estímulos que componen la imagen deben verse, oírse, tocarse, olerse y sentirse. Aunque el de la vista parece ser el que cobrar mayor relevancia, el cinestésico parece cobrar una gran relevancia, por la sensación que tiene el cuerpo al moverse en diferentes posiciones.
- La imagen se puede crear en ausencia de estímulos externos: otra ventaja es la posibilidad de crear imágenes sin necesidad de utilizar estímulos externos lo que facilita que no haya que desplazarse hasta el contexto deportivo. En este sentido, Valey y Greenleaf indican que la actividad cerebral que se produce con el ensayo mental es igual a la de la situación real en la que el deportista ejecuta el ejercicio.
- La imagen se construye desde la información almacenada: la práctica imaginada es producto de la memoria por lo que el deportista puede escoger dentro de su abanico de experiencias vitales aquellas que son más adecuadas para vivenciar la imagen.
¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS Y REPERCUSIONES DE LA VISUALIZACIÓN?
(Vealey y Grenleaf)
- Mejora las habilidades físicas y perceptivas: mediante el ensayo mental, se produce un complemento al aprendizaje de aquellas destrezas técnicas y tácticas de una determinada modalidad deportiva que sirve para practicar las estrategias ya adquiridas y como técnicas de resolución de problemas.
Fernando Alonso realizando un entrenamiento mental en Visualización.
- Mejora las habilidades psicológicas ayudando a:
- Controlar las respuestas fisiológicas y la activación: mediante la visualización el/la deportista es capaz de controlar las respuestas fisiológicas, algo fundamental para conseguir el nivel adecuado antes y después de la competición.
- Mejorar la concentración: ayuda a estar preparado para un determinado evento o acción ya que la atención se dirige a lo que se va a hacer y cómo se va a efectuar, evitando que la mente divague
- Aumentar la confianza: cuando el deportista se representa a sí mismo realizando una buena ejecución aumentan los niveles de confianza y seguridad ya que hacerlo, nos permite anticiparnos y por tanto nos otorga sensación de control.
- Conseguir una actitud positiva ante la adversidad: imaginarse a sí mismo saliendo exitoso de una situación difícil proporciona seguridad y actitud positiva para su afrontamiento.
- Mejorar las habilidades interpersonales: no solo sirve para situaciones deportivas, sino también para enfrentarse a futuras situaciones sociales que son difíciles para el deportista.
- Afrontar el dolor y las lesiones: el uso de imágenes positivas, favorece el proceso de rehabilitación de la lesión y la vuelta a la actividad normal.
JUGADOR DE BALONCESTO USANDO LA VISUALIZACIÓN PARA PRACTICAR EL TIRO LIBRE:
LA IMPORTANCIA DE LA VISUALIZACIÓN EN EL DEPORTE:¿QUÉ OCURRE EN NUESTRO CEREBRO CUANDO VISUALIZAMOS?
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